Este mes, y como continuación a nuestra publicación sobre cómo hacer una factura y qué datos deben figurar para que sea legal, os vamos a explicar los diferentes tipos de factura que existen.

Ordinaria – La habitual, con el detalle de operaciones sean de servicios o de productos.
Rectificativa – Corrige la factura ordinaria, por fallos en la misma, devolución de productos, etc.
Recapitulativa – Reúne todas las operaciones realizadas en un mismo mes. Suele ser habitual en gasolineras, garajes…
Simplificada – Surge en 2013 para convertir en documento legal los típicos ticket.
Proforma – Es la oferta completa que se hace al cliente. No tiene valor contable y, por tanto, no será deducible.
Electrónica – Se emite en formato electrónico (más adelante explicaremos la normativa que la regula).

Como veis no son muchos y no es difícil ver las diferencias entre ellos, pero si tenéis alguna duda o consulta al respecto, no dudéis en comentar y estaremos encantados de responderos.

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